Para ser libre del pasado, tenemos que aprender a perdonar bien. En la segunda visita de los hermanos de José a Egipto, José ve en Rubén un arrepentimiento más sincero. Eso lo motiva a revelarse y a extender su mano de perdón y reconciliación.

Vemos la parte práctica de un perdón al no hablar solamente de los Hechos que hay que perdonar, sino también los Sentimientos y las Consecuencias de los hechos.

Y abrazó José a su hermano Benjamín, y comenzó a llorar. Benjamín, a su vez, también lloró abrazado a su hermano José. Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Sólo entonces se animaron ellos a hablarle. —

Génesis 45.14-15